PACO AGUILAR

“HAY QUE VIVIR CON LO QUE SE TIENE, NUNCA CONTRA LO QUE SE TIENE”

Paco Aguilar, es un humorista, comunicador, presentador, productor y escritor andaluz. Siempre vinculado al mundo del espectáculo, alcanzó su mayor notoriedad en el programa No te rías que es peor, emitido en los años 90 en TVE. Paco Aguilar padece esclerosis múltiple desde hace unos 30 años y actualmente dirige y presenta el programa “Andalucía Sin Barreras”, en Canal Sur Radio, dirigido a personas con diferentes tipos de discapacidades.

¿Qué te sientes más: humorista, escritor, presentador…?

Me cuesta decidir porque todo me divierte. Empecé como músico, y cuando a los 35 años me diagnosticaron esclerosis múltiple con un hijo pequeño, me pasé al humor porque ya no podía manejar instrumentos ni subsistir con la música. En realidad todo lo que he hecho (espectáculo, libros, radio, etc) ha sido por experimentar, con la suerte de que me siento cómodo y disfruto con cada cosa.

Actualmente diriges y presentas el programa “Andalucía Sin Barreras”, en Canal Sur radio. ¿Cómo surge este proyecto?

Nació cuando me diagnosticaron invalidez total y empecé a usar la silla de ruedas. Ya trabajaba en la radio haciendo el magazine de la mañana y hablaba de todos los temas posibles. Pero me di cuenta de que nunca se trataba la discapacidad, éramos “invisibles” para la sociedad. Así que hice una propuesta, presenté una escaleta que gustó, y hasta hoy.

¿Cómo se ayuda a las personas con discapacidad desde este espacio radiofónico?

Principalmente haciéndola visible ante los ojos de la sociedad. Hablando de ella desde un punto de vista esperanzador, y no con compasión o piedad.

En tus últimas obras, “El humor como muleta” o “Tropezando con bordillos”; presentas la discapacidad desde un punto de vista diferente, al que muchas veces no estamos acostumbrados. ¿Cómo se consigue llevar la discapacidad con ese admirable optimismo?

Teniendo aficiones, hobbies, inquietudes. En definitiva, realizando otras actividades que eleven mi autoestima y mi realización personal. Cuando estás en esta situación, te das cuenta de que no queda más remedio que ser optimista.

¿Crees que en la sociedad actual falta sentido del humor?

El sentido del humor es algo que falta, faltó y faltará. Es cierto que actualmente están las cosas muy difíciles, pero es terrible hundirse en el pozo de la desesperación y de la amargura. Todo se afronta mejor con una sonrisa.

¿Qué se podría hacer para normalizar la discapacidad?

Pienso que es algo que debe trabajarse desde edades tempranas. Los padres no deben sobreproteger ni ocultar a sus hijos con discapacidad, sino fomentar su movilidad y su desarrollo desde el principio. Por otra parte, no hay que ser tan sensibles con el lenguaje. Nos ofendemos al escuchar la palabra “cojo”, ahora tenemos que decir “persona con movilidad reducida”. Creo que estas expresiones tan políticamente correctas no normalizan, sino todo lo contrario.

¿Qué mensaje esperanzador le darías a las personas a las que diagnostican esclerosis múltiple, y a sus familias?

Les diría que yo tengo 63 años y, aunque con limitaciones, he sobrevivido perfectamente. No hay que encerrarse en casa, no hay que asustarse ni tener miedo a la silla de ruedas. Por otra parte, no sabes el dinero que me he ahorrado desde que no uso coche y voy en silla de ruedas (ríe). De todo hay que sacar el lado positivo.

Eres admirado por muchas personas, pero ¿de quién es admirador Paco Aguilar?

Admiro a toda persona con discapacidad que se supera. Y en general, a todo el que afronta la vida y sus problemas con sencillez y sentido del humor.

Un libro que recomendarías.

Hace poco me leí un libro que me gustó: “El maestro Juan Martínez que estaba allí”, de Chaves Nogales. Es amargo, pero muy divertido.

Un lugar para evadirte.

Los bares de Sevilla, los de San Lucas de Barrameda y los del coto de Doñana. Me puedo acercar a ellos en Eurotaxi porque están cerca de donde vivo.

Una frase o lema de vida con el que te quedes.

Mi lema es “Hay que vivir con lo que se tiene, y nunca contra lo que se tiene”. Es decir, debes aliarte contigo mismo y no tirar piedras sobre tu propio tejado.